No hace falta que os imaginéis nuestra inexistente rutina,casi podríais oírla y sentirla.Es lógico porque la onda expansiva de cualquiera de nuestras actividades llega hasta las antípodas. Cuatro generaciones campando a sus anchas cada una retransmitiendo en una onda diferente, en distintos idiomas y lógicamente a distintas velocidades.
Pero nosotros no le tenemos miedo ni al mal tiempo, ni a los acaros, ni a las ollas de 25 litros que para eso somos del norte.
Sin duda, lo mejor de todo...lo que te hace relajarte y realizarte como cabeza de familia no es organizar el habitual caos familiar,es...¡¡cuidar de 6 rapacinos sin civilizar!!
Y claro para que desfoguen un poco y dejen de ver la Patrulla Canina en bucle algo teníamos que hacer con ellos antes de que el tsunami que producen acabará con la casa y la convivencia de toda la tribu: ¡Superidea! ¡¡Vamos a visitar el Museo Jurásico!!
¡Wow,súper novedad!...(vamos tooooodoos los años un par de veces,conozco hasta el stock de huesos del almacén...).
Esta vez vamos con mi tía, que es un ser indescriptible, generoso, especial y auténticamente inimitable.Una mezcla entre Mary Poppins, Omaita y la Esteban que la convierten en la persona más guay de este mundo.Eso sí con ella los líos están asegurados, es como si se le pegaran.
Una vez superamos el tema de la entrada ya nos llaman la atención porque nos colamos en una visita guiada sin darnos cuenta.
Mi sobrina que es muy espabilada ella,se dio cuenta de que los de la visita llevaban una pegatina identificativa y a pesar de que nosotros disimulábamos porque la charla era muy interesante...ella:
-Señor, señor, ¿nos da pegatinas?.Es que a nosotros no nos dieron...vamos que nos echaron una mirada los guías que nos clavaron al suelo de la sala.
Carreras, pasillos arriba y pasillos abajo, mis hijos que entrevistaron a cada uno de los trabajadores del museo en cuanto tuvieron oportunidad...y tú, ¿cómo te llamas? y ¿qué haces? ¿por qué vas vestido así? ¿y tú fumas?...porque fumar es muy malo...¡Que capacidad,oiga!
Al fin terminamos la visita y yo y mi cuñado salimos con cuatro niños y mi hermana y mi tía salen con otros dos...bueno eso, hasta que se encuentra con una antigua compañera de clase. En ese instante yo discutía con Bruno tratando de explicarle que un dinosaurio de plástico que abría y cerraba la boca no era vital para su desarrollo cerebral,...pero creo que no me entendía bien porque el chillaba y pataleaba en el suelo congestionado de la ira...para la próxima le haré un crokis.
El caso que salimos de ahí y nos fuimos al parque cercano que está muy chulo.Yo veía a mi hermana haciendo gestos raros y diciendo no sé qué de los niños!!
Vamos, que ni caso le hice, pensé que hablaba de su amiga
Aire libre al fin y los críos jugando.¡¡Que paz!!
¡Venga, niños, nos vamos! Mateo, Bruno, Camila, Catalina, Roque, Beltráaaaan, es hora de comer.
Y poco a poco van llegando todos salvo Mateo y yo...grita que te grita a un tobogán cubierto:
¡Sal de ahí, que te castigo eh! , ¡Mira Mateo, que no estoy de broma!.¡Ya está ,te has quedado sin postre! ¡Mateeeeoooo! Oye, que no contestaba
Modo pánico on
¡¡Ostras,que no está!! (Momento Solo en casa)
-Pero,¿tú contaste los críos?
-Yo no...pensé que iban contigo..
-Y yo contigo
¡¡La locura !! Mi tía pobrecita ella tenía una cara de poker...ella que solo quería invitarnos a comer...
Salimos uno en cada dirección mientras otro intentaba que el resto no se dispersarse
-¡A que quedó allí!, digo yo.
Mi hermana salió despedida hacia el edificio principal, y cuando yo ya estaba a punto de llamar a la Guardia Civil aparece el nene trotando como una liebre y me dice:
-¡Mira mamá, que libro de pegatinas tan chulo!
Imaginaros el rugido, y eso que me corte pensando en lo que se habría asustado..Ja!
Este, se había buscado la vida y estaba feliz con su nuevo amigo, el guardia de seguridad, pintando y dándoles carrete a los de la puerta.
Pero si es que nos habían llamado por megáfonia y todo y claro no iba nadie porque no lo oíamos...la verdad que yo creo que nos buscaron porque vieron que se lo íbamos a encasquetar.Y claro,un dinosaurio se acepta aunque este vivo, pero un niño de 5 años revoltoso y parlanchín es demasiado.
Con tanto lío nos entró un hambre atroz así que me tuve que sacar de la manga algo rápido para alimentar a las pequeñas fieras:Unos bollicaos caseros y a correr.
Os aseguro que os sorprenderán porque incluso con un amasado infantil y un mal barnizado salen fantásticos y súper esponjosos.
INGREDIENTES
- 500 grs harina de fuerza
- 40 grs azúcar
- 60 grs mantequilla
- 15 grs levadura de panadero ( 1 sobre)
- 250 ml leche
- 2 huevos
- 10 grs sal
- 1/2 cucharadita de vainilla
- 1 huevo batido para barnizar
- onzas de chocolate (con leche, negro,..)
Proceso
1.Deshacemos la levadura en la leche tibia y cortamos la mantequilla en daditos pequeños.
2.En un bol mezclamos los elementos secos:harina,azúcar y sal y los mezclamos haciendo un hueco en medio a modo de volcán.
3.En el centro de este volcán vertemos los huevos batidos,la esencia de vainilla, la mantequilla y la leche con levadura y comenzamos a amasar.
4.Amasamos hasta conseguir una masa tersa y flexible.
5.Dejamos reposar hasta que doble su volumen.
6.Desinflamos la masa y cortamos piezas de 60-70 gr, las boleamos y dejamos reposar 10 min.
7.Abrimos cada bola formando un pequeño rectángulo y colocamos las onzas de chocolate en el interior.
8.Formamos las piezas enrollándolas sobre sí mismas y las colocamos sobre una bandeja de horno teniendo en cuanta que el cierre quede para abajo.
9.Dejamos levar una hora o un poco más, pintamos con huevo y metemos al horno a 180 grados entre 12-15 minutos.
Vigilad para que no se os tuesten demasiado.
Y ojo porque querréis echarles el diente como mis dinosaurios ferocesnada más salir del horno y... os quemaréis.¡Jajajajajaja ! El que avisa no es traidor.




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