jueves, 26 de marzo de 2015

Cupcake de Torrijas:La esencia de la Semana Santa.

La Semana Santa está a la vuelta de la esquina y con ella sus procesiones, sus Vía Crucis, su calvario y su penitencia.
La primera procesión que se hace en mi casa es la de ir a buscar el ramo o palma a la plaza del mercado…porque procesionamos durante una hora tirando de los críos hasta que llegamos allí, lógicamente la palma que les gusta es la que cuesta 24 pavos, que digo yo que para que se seque mejor te llevas al padrino de copas…El Vía Crucis lo  vivimos en la Iglesia, lógico ¿no?, no exactamente.
Primero mantén a los chiquillos 45 minutos en un relajado silencio, asumible menos cuando empiezan a entonar algún himno, que los míos dan palmas y bailan como si estuvieran en un concierto de los Rollings, y eso si a alguno no le da por berrear como si al que estuvieran crucificando fuera a él. La última vez, menos mal que teníamos un cura enrrollao que en vez de echarnos de la iglesia empezó con aquello de dejar que los niños se acerquen a mí…

Esa es otra: La tradición en el pueblo es bendecir los ramos a la puerta de la Iglesia: No  lo creeréis, pero las paisanas de 90 con artrosis y andador corren que se las pelan para ponerse en primera fila pasando por encima de quien haga falta.

-¡Oiga, que me va a matar al niño! ¡Señora!...Claro que lleva un Sonotone…, faltaría más.
Y es que parece que en vez de agua bendita el cura les echara oro en polvo.
Pero para Calvario, el que viví yo ayer:

(Miércoles interior noche, hora de la cena: Mujer con 3 niños pequeños en la cocina, el marido está en la junta de vecinos)

-¡Mamá, mamáa ya me lo comí todo y Bruno no! ¡Mamáaaaa!
-Mateo no ves que Roque llora, cariño, espera un poco… mientras tanto yo con una mano voy friendo el pollo a la vez que lanzo miradas asesinas al segundo que cree que su silla es el trapecio y da vueltas sobre ella desafiando a las leyes de la física.
-¡Bruno siéntate a comer!
-¡Quero cartooons, quero cartoons! - (Van a una guarde bilingüe y es lo que tiene ja, ja, ja)
-Cuando comas.
-¡Guaaaaaaaaaaaaaa! - chilla el pequeño, que a estas alturas huele a fritanga como yo
-¡Mamá, mamáaa! Yo quiero de eso…
-Y yo tamben.
-¡No, tú cómete el puré primero!
-¡No quero!, dice apartándolo con mala leche y derramando la mitad por el suelo, la mesa y sobre si mismo.
-¡Aaaaaah yo lo mato! - pienso - ¡No Bruno, ahora no tienes dibujos!
-¡Guaaaaaa, guaaaaaaa! - sigue llorando el pequeño
-Mamá,¿ me cortas el pollo?
Imposible con una mano, así que le dejo usar un cuchillo rezando para que no se rebane un dedo mientras Bruno ha empezado a dibujar con los restos del pure en el suelo bajo la mesa.
-¡Bruno castigado! ¡A la cama!.
-¡Noooo mamá!, ¡buaaaaaaa, buaaaaaa! ¡Genial, ya tengo a dos llorando! ¡Relax, autocontrol! ¿ Que es esooooo? Un trozo de pechuga de pollo que ha salido volando en el intento del mayor de partirla adecuadamente y se ha estampado contra la cortina.
Miro el reloj desesperadamente rogando a Dios que la junta termine pronto y las derramas propuestas no acaben con nuestro presupuesto mensual.
-Mamaáaa a que con esto me voy a hacer muy fuerte y si como todo puedo ver dibujos  y a que Bruno  no lo ha hecho bien - ha entrado en bucle y ya sólo le oigo de lejos mientras intento calmar al enano -¡Mamá, Bruno se escapa! - ¡Ale, a correr detrás de él alrededor de la mesa mientras llora y se ríe simultáneamente!
-¡Buaaaaaaaaaaaaaa buaaaaaaaa! - el pequeño tiene un hambre que no ve…
-Mamá quiero ver los dibujos.¡Mamá, dibujos! - chilla por toda la casa
-Nene internet no funciona.
-¡Mamaáaa, pero yo lo comí todo! ¡buaaaaaaaa, buuaaaaaaa!
¡Pleno al quince, tres de tres!. Para que quieres procesionar descalzo y con corona de espinas si puedes disfrutar de una tranquila cena hogareña (Bueno, pues mira me cambio de religión y ahora soy budista: Ommmm, Ommmm. Vamos a buscar el Nirvana porque si no esto va a parecer Puerto Urraco)
A Roque, ni pecho ni nada que no me da la vida. Le hago un biberón express, le enrrollo un trapo y selfservice en la cuna, al otro le pongo los dibujos por 3G y al mediano acabo echándole trocitos de pollo en el puré para que se lo coma.
 Estoy sudando, ¡Uff, lo he conseguido!. Me siento como si acabara de ganar la batalla de las Ardenas…
Al fin oigo entrar a mi marido en casa y me siento como si fuera la liberación de las tropas aliadas
-¿Mucha lata, mi amor?
-¡Nooo que vaaaa! - Y pienso: ahora sólo tienes que reconstruir Europa.

Pues eso que yo creo que este año ya cumplí la penitencia y por tanto puedo darme al dulce con total impunidad: Esta vez como no podría ser de otra manera la protagonista es la Torrija con mayusculas.
En esta ocasión la he versionado para convertirla en un cupcake delicioso: Así en vez de bizcocho, preparé un budín de pan y como frosting una crema pastelera de Moscatel.
El budín de pan queda superjugoso, es como si encerrasemos en él toda la leche de la Torrija y para crear la crema haremos primero un caramelo que luego nos servirá como sustituto del azúcar y como decoración final

Ingredientes:

Para el budín de pan

1 l de leche entera
100gr azúcar
1 cda de canela
4 huevos
4 cdas aceite de oliva
1 barra de pan  del día anterior



Para la crema de Moscatel

250 ml de vino Moscatel
100 ml de vino Oporto dulce
1 limón (usaremos la piel y el zumo de una mitad)
1 naranja (usaremos la piel y el zumo de una mitad)
6 claras de huevo
350 gr  mantequilla
2 barritas de canela
1 cdita colmada de maicena





Preparación:

0. Calentamos el horno a 180 ºC en la función por aire

1. Hervimos la leche con el azúcar y la canela por 3 minutos y la retiramos del fuego. Cortamos el pan en pedacitos y lo ponemos dentro de la leche hasta que la absorba. Nos valdrá casi cualquier pan del día anterior, aunque yo os recomiendo el pan especial para torrijas que tienen en muchos supermercados.

2 .Una vez hecho esto, incorporamos el aceite y batimos toda la mezcla con la batidora de tal modo que quede una especie de papilla de pan. Al batirla, la pasta se enfriará, lo que es esencial para poder introducir los huevos y que no se cuajen

3. Añadimos los huevos y batimos de nuevo.¡Listo! Lo vertemos en los moldes y lo dejamos 15 minutos en el horno.¡Atención! En el horno suben poquito así que rellenadlos un poco más que un capcake normal.

4. Preparamos mientras tanto un caramelo :Vertemos en un cazo el azúcar, el moscatel y el oporto, la canela, las pieles y zumos del limón y de la naranja, y lo ponemos a reducir hasta que se forme un almíbar muy denso. De este caramelo nos guardaremos un par de cucharadas para la decoración final. Lo dejaremos enfriar para el paso siguiente.


5. En otro recipiente batimos la mantequilla hasta que esté cremosa y le añadimos poco a poco cada una de las claras.

6. Retiramos las cáscaras de fruta y las ramas de canela y mezclamos este caramelo con la crema hecha con la mantequilla y las claras.

7. En un vaso con un poquito de agua fría disolvemos la maicena y la vertemos en el recipiente con el resto de ingredientes. Ahora cocinamos a fuego suave durante 5-7 minutos hasta que espese.

8.-Una vez fríos, la crema y los pastelitos, montamos el cupcake y decoramos con el caramelo que reservamos previamente.


Mi truco para que la decoración quede perfecta y si nos sobra crema la podamos reutilizar es el siguiente:enrollad la crema en papel transparente,  pasad uno de los extremos del rollo por la boquilla y ajustarlo a la cánula.Ahora cortad el extremo sobrante y fijar la boquilla que más os guste,Ya veréis que fácil sale y sobretodo que limpio resulta:Este truco os cambiará la vida, os lo aseguro.



El resultado es delicadísimo: Un cupcake con textura de torrija coronado con una  delicada crema de moscatel..Una autentica torrija en toda regla que os invadirá del sabor original de la Semana Santa 

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