domingo, 30 de agosto de 2015

Helado de yogourth con salsa de moras silvestres sin heladora.Lo más refrescante del verano.



Seguro que todos tenéis más de alguna anécdota en la playa con niños...,pero me juraría a que muy pocos os habéis llevado solos a toda la prole a afrontar una intrépida excursión playera. Pues una que vio que hacia sol agarró las mochilas, el kilo y medio de juguetes de playa, el carrito, la sombrilla, dos redes y un balón...y tiró pa la costa.

La mañana no había sido buena:la chica esta mala, la vuelta al cole me amenaza desde el armario y el pequeño ha enganchado un virus que lo colorea con un bonito estampado de lunares.¡¡Aaaah!!...Respira cariño,que la playa va a ser el paraíso...¡Ja!




Llegamos allí, y la primera prueba es transporta una sillita a través de una arena cubierta por cientooos, miiiiles, miiiiillones de algas hasta un pedazo en la que milagrosamente no hay.

-¡¡Mamaaaaá no hay charquitos joooooo y yo quería  ....quería charquitos!! ¡¡buaaaaaaa!! ¿y porque no los hay?¿¿¿ Porqué mama??? ¿¿Porqué??

Le explico lo de las mareas, la luna, y todo eso y parece que se está tranquilo.

Clavo la sombrilla, extendemos el campamento y empieza el "destriplamiento" .Se dice de la capacidad de las madres para estar en n sitios a la vez,en función del número de hijos.Mas gráfico:Das la papilla con la mano derecha, luchas con Bruno armado con una pala que hace un daño del copón  con la izquierda y vociferas a Mateo para que no se mueva de la orilla.


Clavo la sombrilla por tercera vez.

¡Ay, amigos ha bajado la marea, y hay que ir a buscar quisquillas...y como las rocas están en la otra punta y una  puedo dejar solo a Roquete pues en plan Dakar, lo plantifico en pleno pedrero.Que hay que pescar...Pues a pescar todos...
No se nos dio mal, a pesar de que uno de los cangrejos lo saque enganchado al dedo.
No veo la sombrilla.Ya paso, ni siquiera se ha donde ha volado.
Mis hijos en un momento de angelicales travesuras infantiles les da por tirarme un cubo de agua helada en la espalda.¡¡ Diooooos los mato!!¡¡Calla, calla, una nécora!!Menos mal, que mi instinto cazador puede mas...
Justo cuando casi era mía, y me veía como la heroína de los niños de la playa...el pequeñajo empieza a berrear como si no hubiera mañana,y yo ahí en medio, saltando por las piedras para conseguir calmarlo.
Me encuentro la sombrilla en medio de la playa y la clavo por enésima vez.
Por fin,aparece el adorado padre de familia con cara de esperanza y un ramillete de buenas intenciones,imaginaros yo lo único que quería a estas alturas, era migrar al polo norte.
Pero de la que voy a encontrarme con mi salvador me reviento el pie contra una roca que por supuesto no había visto!!!!Mátadme ahora, que luego es tarde.....!!!
-Cariño todo controlado ¡eh!..Me voy a bañar con los niños.
¡Mecachis, la sombrilla...!

Bueno pues no se marcha y el bebé se desparrama la fruta toooda por encima...¡Bah!, esto no es nada lo limpio y punto.Se ha quedado tranquilo.
Cuando mi espalda toca el suelo para echarme por primera vez en el día a tomar el sol...empiezan a venir oleadas de un olor nauseabundo.El niño balbucea,pienso, puedo resistir el aroma.El niño cada vez está más contento...¡¡Qué raro!!¡Ay!, cuando vi el motivo de su alegría. El desnudó que estaba y jugueteando con su cacota  hecho un auténtico San Benito!
He perdido la sombrilla.
¡¡Virgen del pimpollo divino, ayúdame que me tiro al monte!!En resumen agarre los bártulos y pa casa y ahí me estaba esperando un helado casero de yogurt que me devolvió la sonrisa.

INGREDIENTES:

1/2 Bote de nata montada en spray
150 gr de azúcar moreno
100 gr de azúcar blanca
2 yogures griegos naturales
40 gr de queso Philadelphia
100 gr de moras silvestres
1 cda de zumo de limón
3 cdas de miel

PREPARACIÓN:

1. Es tan facil que lo hizo prácticamente sólo mi hijo mayor a sus 5 añetes. Mezclamos los yogures con el azúcar moreno y la miel.



2. Incorporamos el queso fresco y lo batimos con la batidora .Con esto cogerá aire y el helado quedará más ligero y esponjoso.


3. Ahora echamos la nata en spray y lo mezclamos con movimientos envolventes. Cuando haya adquirido una textura cremosa y haya aumentado de volumen ,estará listo para meter en el congelador.



4. Mantendremos el helado en el congelador por unas 3 horas y lo sacaremos cada hora para revolverlo completamente.


5. Aprovechamos para hacer el coulis de moras.En un cazo ponemos a cocer durante 15 minutos las moras,el azúcar blanco y la cucharadita de limón.


6.Cuando esté hecho,lo pasamos por un chino fino para quitarle las pepitas y lo reservamos.

Ahora si,ahora ya os puede pasar casi cualquier cosa que en cuanto probéis un bocado de este cremoso y refrescante helado volveréis al cielo por un rato.




No hay comentarios:

Publicar un comentario